Nuestra salud está intimamente relacionada con nuestras pautas de pensamiento y sentimientos sobre nosotros mismos y también con la calidad de nuestras relaciones con las otras personas y con el mundo.
Parece que son especialmente perjudiciales para la salud los pensamientos y las creencias que fomentan sentimientos de desesperanza y de desamparo, una sensación de pérdiada de control, la hostilidad y el cinismo hacia los demás, la falta de compromiso y de esntusiamos por los retos de la vida, la capacidad de expresar sentimientos y el aislamiento social.
Por otra parte, existen forma de pensar, sentir y relacionarse que parecen estar ligadas a la salud y la energia.
Las personas que cuentan con una perspectiva básicamnete optimista, que tienen la capacidad de "dejar pasar" algo malo, que se dan cuenta que este algo malo no es permanente y que su situación pasará, tienden a ser más sanas que aquellas personas que son prisioneras del pesimismo.
Los optimistas saben por intuición que la vida siempre presenta opciones y que siempre existe la posibilidad de ejercer algún tipo de control. También tienen tendencia a reírse de sí mismos y poseen un sentido del humor sumamente positivo.
otros rasgos relocionados con la salud comprenden un fuerte sentido de la coherencia, un espíritu de compromiso con la vida y la confianza en las propias capacidades de llevar a cabo cambios que uno decide como importantes.
Los rasgos sociales saludables incluyen la valoracion de las relaciones, el respeto hacia éstas y las sensaciones de bondad y de una confianza básica en la gente.
La pregunta a responder es: ¿Cómo hacer uso práctico de este conocimiento?